El segundo esfuerzo

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

Tengo un amigo, a quien escucho con cierta frecuencia, decir a sus hijos, que en la vida deben ser hombres trabajadores, luchadores infatigables, tenaces, constantes y perseverantes en sus empresas. Pero lo característico es la advertencia de que nunca deben desistir. El lo denomina “segundo esfuerzo”. ¿Qué entiende por segundo esfuerzo? El dice que cuando en la vida se ve que las cosas parecen que no resultan, que no hay solución, que todo está perdido, entonces hay que sacar del espíritu el “segundo esfuerzo”. Esta filosofía de la vida no la había yo escuchado antes, tal vez le viene de su propia experiencia, ya que él de joven fue maratonista de 42 km.. y me contaba que hay ocasiones en las que el cuerpo llega a un grado tal de fatiga, que el corredor se quiebra. Es entonces cuando el atleta en lugar de parar y abandonar la carrera, tiene que seguir sin forzar el cuerpo aunque todos le rebasen y dejar tiempo para que el mismo cuerpo se recupere, pero ¡corriendo!, sin parar. De repente sientes que te vuelven las fuerzas y podrás nuevamente acelerar y apretar el paso. El espíritu tiene una fortaleza inagotable, cargada siempre de esperanza, de posibilidades, de ese “segundo esfuerzo” que mi amigo tanto predica.