Peligro ¡No lo hagas!

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

Muchas veces la información que nos llega a diario viene cargada de estadísticas que pocas veces uno se pone a analizar con seriedad, pero en esta ocasión quiero compartir con ustedes un dato que me ha llamado la atención y entristecido demasiado. En 1960 en Colombia predominó un modelo de familia tradicional conformada por matrimonios católicos, eran el 93%. En 1970 disminuyó al 87% y el resto eran civiles o uniones libres. En 1985 sólo el 59% estaba en unión familiar y el 41% mediante unión libre o civil. (Datos del CEPAL, anuario estadístico de América Latina y el Caribe 1999) Y la tendencia es que el tejido social se sigue desintegrando principalmente por el incremento del divorcio. Yo me pregunto si no hemos cometido el error de creer que la solución a los problemas de la pareja se arreglan con el divorcio y no nos damos cuenta que los hace más graves, más profundos, más lastimosos. Principalmente para los hijos, pero también para los esposos. ¿Por qué en lugar de buscar válvulas de escape, no favorecemos entre todos el diálogo en pareja, el aprender a crecer en el amor, el saber perdonar, en definitiva, el recobrar ese ambiente bello y hermoso que heredamos de nuestros abuelos y de nuestros padres?