La ignorancia es atrevida

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

Con gran oportunismo comercial, «National Geographic Society» lanza en los días previos a la semana santa el hallazgo del evangelio de Judas, que en realidad no es nada nuevo porque se trata de uno de tantos de los textos gnósticos que ya habían sido rechazados en el año 180 por san Ireneo de Lyón en su obra “Contra las herejías”. El querer presentar a Judas como el apóstol bueno que necesitaba traicionar a Jesús muestra una total ignorancia hacia la forma en que Dios actúa, ya que no puede utilizar a ningún hombre para hacer el mal. Dios siempre respeta la libertad y por eso hemos de ser juzgados por nuestras obras. Es también una ofensa hacia Cristo, pues si Judas realmente le hizo el favor de traicionarlo, ¿cómo iba Jesús a decir de él que mejor era para ese hombre no haber nacido? (Mt. 26,24) ¡Qué mal amigo! Y también es una ofensa al sentido común y a la inteligencia, pues nadie se pone a festejar los éxitos ahorcándose de un árbol. Vaya por delante, que resta aún por demostrar si el manuscrito es realmente auténtico y que los primeros cristianos no les hicieron tanto caso como nosotros, pues cayeron pronto en ridículo y en desuso.