Fantasía, mito o realidad

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

Caminando por las calles del centro de la ciudad, me tope con una casa antigua en la cual se halla una colección de pinturas antiguas. Una de ellas me impactó mucho porque representaba los siete pecados capitales que hace tiempo Dante Alighieri describió en la divina comedia en su recorrido por el infierno. Había un avaro, rígido con la rigidez de la muerte, tendido en un lecho ricamente adornado presa de una cohorte de demonios que le arrancaban por la boca la vida; había también un orgulloso con un demonio trepado sobre sus hombros y hundiéndole sus garras por los ojos. A un lado dos glotones se devoraban uno a otro a mordidas. Imágenes horripilantes todas ellas: sapos y machos cabríos que representan a Satanás, serpientes peludas, cerdos salvajes, multitud de gusanos que pululaban por las carnes de los condenados. El infierno era un lugar oscuro donde no hay ningún atisbo de paz o esperanza, donde se ve reflejado el dolor, la desesperación y el horror en los rostros de los que allí se encontraban, de los torturados como de los torturadores. Entonces pensé: ¿será que de verdad existirá todo esto? Ahora ya nadie hablar del cielo ni del infierno, pero si no existen, ¿a dónde iremos los que ahora vivimos?