El brazalete mágico

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

Abrí el periódico el otro día y me topé con un anuncio mágico: “El brazalete del bienestar, del equilibrio y la salud. Una joya para hombres y mujeres inspirada en las tradiciones orientales”. Casi me quedo ciego al contemplarlo. Un poco más y lo recorto para ponérmelo en la muñeca. Pero se me fueron las ganas después de ver el precio.
Ahí tienes la solución para las jaquecas, los disgustos de los hijos, las tristezas y desastres. ¡Qué fácil! Sólo hay que tomar el teléfono y encargar uno bien sea en una joyería, bien en una farmacia. Si con este brazalete se pudiera dar jaque mate a las fricciones matrimoniales, a los odios, al vacío interior no habría terrestre que no llevara uno en la muñeca. En vez de ponerle chupete al niño, le metemos un brazalete y todo arreglado. Ya, ya... ¡Cómo nos gusta soñar!
No, no y no. A mí no me engañan. Como decía Martín Descalzo: “Ninguna felicidad es barata”. Y hay que desconfiar de las que nos ofrecen a precio comercial. Los tesoros del espíritu no se compran, se conquistan. Se ganan a pulso con el trabajo constante. El hombre más feliz es el que conserva más tiempo la felicidad, el que es feliz eternamente.











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