Consejos para ser gobernador (II)

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

Sigamos pues con los sabios consejos que don Quijote impartió a Sancho para ser buen gobernador de la tan prometida ínsula: “Hallen en ti, amigo, más compasión las lágrimas del pobre que las informaciones del rico. Procura descubrir la verdad por entre las promesas y dádivas del rico, así como por entre los sollozos e importunidades del pobre. Cuando tengas que aplicar la justicia, no cargues todo el rigor de la ley al delincuente, que no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo. Si acaso doblares la vara de la justicia, que no sea por el peso del soborno, sino por el de la misericordia. Al que has de castigar con obras, no trates mal con palabras pues le basta al desdichado la pena del suplicio, sin la añadidura de las malas razones. Recuerda que aunque los atributos de Dios son todos iguales, más resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia. Si alguna mujer hermosa viene a pedirte justicia, quita los ojos de sus lágrimas y tus oídos de sus gemidos, y considera despacio la sustancia de lo que pide, porque has de saber, Sancho, que a ladrido de perro y lágrima de mujer, nunca has de creer”.