Concurso de belleza

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

¿Quién en los infiernos es más hermoso? Nos puede servir a todos recordar en esta cuaresma, algún fragmento de Luciano, filósofo y orador griego, cuando antaño describía cómo era el valle de los muertos a donde todos iremos a parar llevados por la barca de Caronte, el remero que cobra implacablemente un óbolo como precio del pasaje. Cuando Menipo muere y llega al infierno, se pone a buscar a los hombres y mujeres más hermosos que han pisado este mundo: ¿Dónde está el valeroso Héctor, dónde están Narciso, Nireo, Aquiles...? ¿Dónde la hermosa Helena por quien se llegaron mil naves de toda Grecia al combate y por quien tantos griegos y bárbaros sucumbieron y tantas ciudades quedaron destruidas? Contesta Hemes: - Mírala, allá está puesta.
Menipo: - Pero si solamente huesos y cráneos despojados de toda carne es lo único que veo.
Hermes: - Pero es que tú no la viste viva. Dirías tú también que era perdonable tantos males por tal mujer. Porque si uno ve una flor seca, que ha perdido el color, es evidente que le parezca fea, pero cuando está floreciendo y tienen color es hermosísima.
Menipo: - Pues eso, Hermes, admiro, porque no entendieron los Aqueos que trabajaban por una cosa de tan poca duración y que fácilmente se marchita.