Aprendiendo a perdonar

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

Una de las prácticas más en desuso es la del perdón. Yo diría que es más fácil pedir perdón que perdonar de corazón. Algunas personas dicen: “Te perdono, pero no te olvido”. Este refrán tiene, más bien, mucho de rencor, pero muy poco de perdón. Por eso quiero compartir algunos consejos que te pueden enseñar a perdonar de corazón:
1. El perdón requiere práctica. Comienza perdonando las cosas pequeñas y así lograrás perdonar las cosas grandes.
2. Perdón significa doblar sin romper, ser lo suficientemente fuerte para soportar el peso de la ofensa, pero lo bastante flexible como para levantarse.
3. Si te cuesta perdonar, recuerda cuántas veces has deseado ser perdonado. Ofrece al otro lo que a ti te gustaría recibir.
4. Ninguna relación de amor está libre de choques. Venda las heridas de la injuria, del agravio, con el ungüento del amor y de la comprensión.
5. Perdonarse a sí mismo limpia el alma, cura vergüenzas y complejos. Del perdón a sí mismo se extrae la fuerza para perdonar a los demás.
6. Piensa que el perdón es la habilidad más poderosa para la supervivencia. El perdón te ayuda a encontrar tu camino a través de la selva de la incomprensión, la ofensa, el resentimiento y el odio.