¡Cómprala!

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

Siempre va con la moda. Nunca la encontrarás en rebajas. Como regalo jamás decepciona. Ahí la tienes, en el escaparate del mundo. La llaman sonrisa. Detente un momento y fíjate en ella, ¿no te fascina?
La encuentras por todas partes, al abrir una revista, al encender la televisión o al entrar a una tienda. ¿No has sentido nunca el deseo de lucir una sonrisa igual?
Me refiero a la sonrisa espontánea, dulce y sincera. Porque hay sonrisas y sonrisas. Unos sonríen en la tele para anunciar alguna pasta dental, y muestran unos dientes brillantes y blancos. No sé cuánto tiempo se habrán pasado para ensayar la sonrisa. Otros te sonríen cuando te reciben en el mostrador de una tienda para ganar tu benevolencia y sacarte un billetito más. En cambio, la sonrisa sincera y natural, ¡menuda tarjeta de presentación! ¿No crees? Tiene una fuerza mágica para hacer amistades, para consolar al amigo, para curar las heridas y las penas del prójimo, para lanzar un salvavidas a quien se ahoga. Sonreír a alguien es ofrecerle el mejor regalo. Esta sonrisa es gratis, no cuesta dinero, se consigue con amor, paciencia, equilibrio interior, paz del alma y lo mejor de todo, con una conciencia tranquila. ¡Cómprala!