La revolucion

Autor: Padre José Manuel Otaolaurruchi, L.C.

 

 

León Felipe, poeta mexicano, reflexiona acerca de la tan llevada revolución de los pueblos, con bastante acierto a mi modo de ver. La revolución surge como reacción contra los tramposos, contra todo tipo de tramposo, con el fin de restaurar la justicia y colocar las cosas en su lugar. No surge tan sólo para resolver un problema de desigualdad económica o social, sino para resolver los problemas del hombre. ¿Quién suscita la revolución? La realiza el hombre, no un hombre en singular, sino el hombre. El genio prometeico que yace dormido en el ser humano. ¿Cuándo es verdadera una revolución? Cuando ésta eleva al hombre en su dignidad y le devuelve la libertad. El demagogo es el que habla al hombre de felicidad, y despierta en él el egoísmo y la avaricia; el verdadero revolucionario es el que habla de sacrificio y despierta en él el heroísmo. En este sentido no se puede hacer auténtica revolución mirando a la tierra. Si se lucha sólo por el pan, habrá guerra, rapiña y la historia no será más que un eterno “quítate tú, para que me ponga yo”. Por el contrario los revolucionarios tienen la mirada puesta en lo alto, como lo han hecho todos los santos y los hombres que han pasado haciendo el bien a su prójimo. Una madre Teresa, un Juan Pablo II, un Manuel Patarroyo…