Por favor, remántenlo

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín

 


Estas fueron las palabras literales que una madre en el programa de TVE 1 “Esta es mi historia”(22/10/03) dirigió a un grupo de cirujanos antes de entrar su hijo tetrapléjico en el quirófano.- ”Si prevén que me hijo quedará así de por vida, por favor, remátenlo”.Pocas frases tan fuertes y duras se habrán escuchado nunca en el plató de un medio público como las pronunciadas por esta madre. Producen sencillamente escalofrío. 

 

Se comprende, hasta cierto punto, el estado casi de desesperanza a que pueda llegar una madre al ver la situación irreversible de su hijo. Se piensa que no merece la pena vivir, que eso no es vida. He aquí planteado con toda crudeza un caso extremo de eutanasia activa.

 

¿Puede una madre disponer de la vida de su hijo y tratar de implicar a los médicos en una decisión tan tremenda?.¿Pueden los médicos atender y secundar tales peticiones?.¿No tiene valor en sí misma, la existencia de un ser humano, condenada a la inmovilidad?.¿Quién o quiénes pueden decidir sobre la vida o la muerte de una persona?.¿Qué autoridad humana se puede arrogar tal derecho?. Preguntas comprometidas donde las haya.

 

Para quien no tiene fe en Dios-el único que puede disponer de la vida humana,- verá como algo justificable la supresión de una vida humana. Quien se siente cristiano, jamás deberá decidir en conciencia, privar de la vida a un semejante, por duro y penoso que parezca.