Políticos frívolos

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín


Son todos aquellos que hablan o actúan más de cara a la galería, que a los reales problemas de sus representados. Tienen como norma hacerse notar al precio que sea y no se paran en barras ante cualquier cuestión a resolver. 

El que el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardá, use un léxico impropio, inadecuado y tremendista (“genocidio cultural”), para promover el catalán y que sea admitido en las Cortes de la nación, “aunque haya que traducirlo”, no deja de ser además de un claro sectarismo, una frivolidad.

Hablar de “genocidio cultural” es de lo más chocante, injusto e inapropiado. Tal vocablo, según el Diccinario de la R.A.E. es “el exterminio o eliminación sistemática de personas o grupo social “

.Absolutamente nadie, ni del Gobierno ni de la oposición, tiene intención de exterminar o eliminar la hermosa y común lengua catalana y muchísimo menos a sus parlantes.

Lo que sí debería reflexionar seriamente el político catalán es si no sería mucho más apropiado, justo y verdadero, hablar de “genocidio embrional” o “genocidio prenatal”, que es lo que propone su partido, promoviendo la ley del aborto libre. 

Esto sí que es una triste realidad y no una frivolidad.