Juegos olímpicos

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín


Siglos antes de Cristo (775) ya estaban en vigencia, en Olimpia ,antigua ciudad de Grecia , los así llamados Juegos Olímpicos. De su práctica, estima y participación, dan fe, tanto documentos profanos como religiosos.

Es curioso comprobar el uso que el apóstol Pablo hace en sus epístolas, del símil de los juegos y competiciones deportivas, que tenían lugar en las ciudades griegas por él visitadas. Para estimular a los cristianos en la lucha contra el mal, escribe: - “El mundo es como un hermoso espectáculo ,donde los ángeles y los hombres nos contemplan”-. Se propone a sí mismo el Apóstol , como ejemplo de “corredor de fondo” en el combate de la fe.

He aquí un hermoso párrafo de su 1ª carta a los Corintios: “¿No sabéis que en las carreras del estadio todos corren, mas uno solo recibe el premio?.¡Corred de manera que lo consigáis¡. Los atletas se privan de todo; y eso, por una corona corruptible. Nosotros en cambio, por una incorruptible. Así pues, yo corro, no como a la ventura; y ejerzo el pugilato, no como dando golpes en el vacío, sino que golpeo mi cuerpo y lo domino; no siendo que habiendo proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado” (Cor. 9.24 -27).Y en la carta a su discípulo Timoteo, ya casi en el ocaso de su vida -se expresa, bellamente, de este modo: ”Porque yo estoy a punto de ser derramado en libación y el momento de mi partida es inminente .He competido en la noble competición, he llegado a la meta en la carrera, he conservado la fe. Y desde ahora me aguarda la corona de la justicia que aquel Día me entregará el Señor, el justo Juez; y no solamente a mí, sino también a todos los que hayan esperado con amor su Manifestación”(2ªTim..4.6 -8).