Hoy mal - mañana peor

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín


¡Tranquilos todos, que si el presente es malo, el futuro será peor y quien no se consuela es porque no quiere! 

Cada ciudadano se forma su personal juicio sobre la realidad que le ha tocado vivir a través de los diversos medios. En general, éstos, intentan reflejarnos como por un espejo, lo más fielmente posible, cuanto pasa en el mundo. Pues bien, a pocas personas reflexivas, se le escapa la dura impresión de que esto no funciona. 

Casi nada de lo que lee, ve, oye en los medios, le incitan al optimismo o le impulsan a un entusiasmo descriptible. Para encontrar una noticia buena, tiene que procesar en su mente, a través de sus sentidos, decenas, por no decir centenares, de malas noticias. Tal sucede no sólo en su entorno vital, más o menos cercano a su habitat, sino que el fenómeno es generalizado en la así llamada aldea global. 

El panorama cotidiano es más o menos repetitivo, siempre con algunos de estos ingredientes: violencias, atentados, guerras, sufrimientos, hambrunas, muertes, insolidaridad, marginaciones, violaciones, atracos, egoísmos, rupturas matrimoniales, estafas, drogas, suicidios, mentiras, traiciones, incendios, terremotos ...,en fìn...¡ LA INTEMERATA¡ .El panorama está como para tirar cohetes. 

Esto, naturalmente, es sólo parte mínima de lo que se ve o se capta. Pero ..¿qué decir o pensar de esa otra realidad, que ni se ve ni se capta y que nunca conoceremos?. 

Ante este idílico panorama que nos invita a todos a la alegría, a la paz y a la confianza en el futuro, servidor eleva su copa para brindar con los pocos “OPTIMISTAS”, que aún quedan en el mundo y juntos decimos: ¡Tranquilos todos, que si el presente es malo, el futuro será peor y quien no se consuela es porque no quiere!.