Desnudos y a gatas

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín

 

 

Parece que está de moda y se irá propagando como una gran novedad, las carreras de gente despelotada en algunas playas del litoral español. Así lo ha mostrado con todo lujo de detalles un espacio del telediario de TVE 1(11/9/04). 

Todo lo que sea inusual, llamativo, y rompedor de costumbres de la gran masa, si además tiene el marchamo de “progre”, es inmediatamente aceptado por algunos (as) libres de prejuicios, bien sea para protestar por alguna rara causa, para reivindicar algunos derechos o simplemente como mero entretenimiento o exhibicionismo.

Hay quienes creen que con estos gestos públicos y púbicos, ya se ha alcanzado al culmen de auténtica liberación personal-social y que ya se está en vías del logro del tan cacareado y proclamado progresismo. 

Siento mucho no compartir tal optimismo, a no ser que se entienda por liberación personal el simple acto de despojarse de la ropa y de cuanto uno lleva encima. En cuanto al progresismo, que es más bien regresismo a la edad de piedra y de las cavernas, me atrevería a proponer para seguir avanzando en progreso que se organicen carreras desnudos y a cuatro patas. 

Este sí sería el máximo progreso a que podría aspirar el homo oeconomicus de nuestro tiempo.