Comulgar sin confesarse

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín

 

 

Es una realidad constatable el desfase que se da en las celebraciones de la Iglesia, entre los pocos que se confiesan y los muchos que comulgan. Máxime, en casos de bodas, funerales etc. Es un hecho que se presta a seria reflexión por parte de todos, en especial por los pastores. 

Para acceder a la comunión -recibir el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Cristo-siempre la Iglesia ha exigido tener el alma limpia de pecado mortal, O CONFESARSE ANTES. Nunca ha variado esta enseñanza.

¿Ahora no hay pecados entre los que comulgan?. ¿No será más bien falta de formación y catequesis de los fieles?. Es muy grave la responsabilidad de los pastores y sobre todo los oficiantes de algunas peculiares celebraciones, donde se cumple lo de ¿dónde va Vicente?- donde va la gente. 

Para evitar sacrilegios y recordar la perenne enseñanza de la Iglesia, podrían los sacerdotes RECORDAR las condiciones para acercarse a comulgar. Si ellos se callan, ellos son los principales responsables. Hora es de poner remedio.