Lo 1º tras JMJ 2011

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín  

 

 

Siento unas ganas inmensas de iniciar mis impresiones post JMJ 2011, con una frase que encerrase lo que cualquier español, creyente o no, espectador o participante del histórico evento, lleva en su interior tras la JMJ: Los españoles en general y madrileños en particular, nos sentimos muy Orgullosos como tales. No hay palabras para valorar la positiva imagen, que al mundo entero hemos dado, en estos inolvidables días con la visita de S.S. el Papa con los jóvenes del mundo. El buen hacer de España ha dado una lección magistral al mundo. Tiempo habrá para volver a ello y comentarlo en extensión y profundidad.

Reprimo estos sentimientos primarios y quiero como cristiano, católico y sacerdote de Cristo, elevar mi mente y corazón al Autor de todo bien, al Padre de todos los hombres, al que rige los destinos de la humanidad y del universo entero, para gritar:¡DEO GRATIAS¡. Sí, infinitas gracias a Dios, por el regalo espiritual que con este evento nos ha deparado a todos los españoles de buena voluntad. A él el poder, la gloria, el honor por los siglos de los siglos.

Los hombres solo percibimos la realidad externa; nadie fuera de Dios, conoce y aprecia el bien interior que este encuentro ha desencadenado en millares y millares de almas.

Cierto que aún quedarán espíritus recalcitrantes, duros críticos de resentidos que intentarán enturbiar la evidencia de la JMJ. Por ellos también la Iglesia reza y pide para que un día Dios N.S. les ilumine y juntos con todos los creyentes puedan alabar, bendecir y glorificar al Autor de todo bien