Benedictus qui venit (JMJ)

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín  

 

 

Me tomo la libertad de parafrasear la aclamación latina, que en la celebración de la santa Misa, los fieles rezan antes de la Plegaria eucarística. En ella se alude a Jesucristo, pero, dadas las circunstancias de la venida del Papa a España ( JMJ), la aplico al Papa Benedicto XVI.
Sí, aclamemos al Papa diciendo: “Bendito el Papa Benedicto, que viene en nombre del Señor. Hosanna en el cielo”. Guardando las distancias, hay cierto paralelismo entre el Papa y Jesús, en su entrada el domingo de Ramos en Jerusalén. Ambos vienen “a los suyos”, con amor y humildad, sembrando la paz y el amor. No vienen prepotentes ni triunfalistas. Permiten que el pueblo les aclamen y vitoreen. Quizás, ante los que se “indignan” por las voces, los gestos, los gritos de acogida cordial de la gente, habría que repetirles lo del Evangelio: “ Si estos callasen, hablarían las piedras”.
Lo importante, no es la parafernalia desplegada, sino el deseo vivo y sincero de escuchar una Palabra distinta a la que a diario los medios sirven de los políticos y poderosos de este mundo. La presencia de Dios y su mensaje nos llega a través de este Papa con un carisma distinto del de su predecesor Juan Pablo II, pero quizá tanto o más necesario y oportuno, como el sembrado por el Papa polaco, ya beato.