Despertar del letargo

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín   

 

 

Hoy día vivimos instalados en la vorágine de la información acelerada y apenas nos queda tiempo para la reflexión personal y colectiva. Sin casi darnos cuenta, nos vamos convirtiendo en seres superficiales a quienes resbalan los hechos más crueles y tremendos. Una tras otra, las noticias nos asaltan en cascada incontenibles, sin dejar en nosotros el menor poso. Estamos ya curados de todos los espantos. Pocas cosas-¡si hay alguna¡-nos llegan a conmover profundamente. No son pocos los que solo buscan en la realidad sangrante de cada día, su ración de morbo o curiosidad, sin pararse siquiera a reflexionar, ni a plantearse un por qué.
De vez en cuando, la editorial de algún diario, la intervención de un sociólogo o el comentario de un intelectual, analizan la realidad y nos sitúan en la etiología (estudio de las causas) del acontecer diario. Está bien, pero no es suficiente.
Se echa de menos, sobre todo, la reflexión de “hombres de Dios”-profetas, sacerdotes, monjes, santos-que con sus palabras y su ejemplo hagan despertar del letargo a los demás e inciten a elevar la mirada de los hombres, por encima de sus cabezas, hacia la trascendencia de sus actos y de sus vidas, que no se agotan en la inmanencia ni en lo material. Esta es, según Cristo, la misión del cristiano en el mundo. Como la levadura en la masa. ¿Lo somos de verdad los cristianos actuales?.