Una cosa es saber y otra vivir

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín 

 

 

Si a los cristianos actuales se les preguntase como a Jesús, ( Mc 12) qué mandamiento es el principal, la mayoría darían una respuesta exacta: “Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo”.Nada nuevo. Miles y miles de veces en su vida, en homilías, catequesis, Ejercicios, celebraciones, lecturas etc…lo oyeron hasta la saciedad. Pero he aquí, que lo esencial en la vida, no es el conocer y saber, sino el vivir.
Tan evidente y claro como el agua cristalina. Ante Dios y ante los hombres, es mejor el sencillo cristiano que vive y practica su fe, que el teólogo u obispo, que escribe y habla sobre todo lo divino y humano magistralmente, pero no vive en coherencia con su saber y su ciencia. Deduzco unas sencillas y valiosas conclusiones al alcance de todos.
Nadie –excepto los santos y mártires- son perfectos cristianos. Todos somos limitados, imperfectos y pecadores. “Solo Dios es bueno”. Ni siquiera el primer mandamiento con sus dos vertientes (amor a Dios y al prójimo) los cumplimos la inmensa mayoría. Si a ello añadimos los restantes mandamientos, ¿quién se puede sentir satisfecho de su vida y comportamiento?.¿Quién podrá creerse mejor, juzgar y hasta condenar al prójimo?.
¡Cuántas sorpresas nos esperan a todos el DÍA DE LA VERDAD¡. Apañado va quien en su vida, se apoya en su yo y no se acoge a la Divina Misericordia..