Virgen de Fátima y Bomberos de Alarcón
Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín
Hace bastantes años, cuando aún no existía la diócesis de Getafe, y Alcorcón era sólo una vicaría de la única diócesis de Madrid, regida por mons. Tarancón, con su vicario general, Martín Patino s.j. se hicieron los oportunos intentos y permisos para que la Virgen “peregrina”, que recorría las diócesis españolas, visitase esta localidad de Alcorcón. Por diversas causas de tipo político, a la Jerarquía eclesial no le pareció bien tal visita y se vetó su presencia en las parroquias de Alcorcón. En el colegio del Amor de Dios, encontró humilde acomodo y amor por parte de las religiosas, y algunos laicos y del Apostolado de Fátima. Es justo destacar el entusiasmo, amor y dedicación del seglar Fco.Eruste, que ha sido el alma y vida, como delegado diocesano, de esta devoción. Con el nombramiento del primer obispo don Fco.P y Fdez- Golfin, cambíó el panorama. Fue la parroquia de la Saletta, y sus celosos pàrrocos, Fco. Barrionuevo y Fernando Ramirez, se han vencido todas las reticencias y se ha venido recibiendo a la Virgen, con creciente fervor y cariño cada vez más. Año, tras año, gracias a Dios, y al actual obispo de Getafe, don Joaquín López Andujar, junto con el entusiasmo del apóstol incansable, delegado diocesano, - alma y vida-del movimiento, la visita anual de la Virgen a la localidad. Marca un evento religioso de primera magnitud.
Curiosidad: Al recorrer la Virgen las calles de la Saleta, pasaba por el antigüo Parque de bomberos de la localidad. Se paraba y giraba la Virgen ante ellos. El párroco les dirigía unas palabras de saludo, rezaba una breve oración por los altavoces, tras lo cual los bomberos contestaban con las luces encendidas y haciendo sonar las sirenas de sus coches de servicio.
No se ha perdido el contacto con los mismos en la nueva instalación de “Tres Aguas” y gracias a la generosidad de unas devotas, se les ha regalado una hermosa imagen bendecida en Fátima y que ellos “han prometido que cuidarán con amor”. En la entrega de la imagen el presidente diocesano les contestó que será la Virgen quien de verdad les cuidará con amor de madre a ellos. El jefe del grupo replicó, que a veces palpan en su servicio peligroso, la verdad de lo dicho. No se explican en medio del humo y el fuego donde trabajan, que un cascote o una viga desprendida cae a su lado y no lleguen a herirles o sepultarlos. Tal testimonio de fe y amor a la Señora es digna de reseñarse en estos tiempos de laicismo y materialismo que nos invade por doquier.
Y es que María no se olvida de hijos, aunque a veces parezca que la olvidamos a ella.