Ante el genocidio del aborto (1ª PARTE).

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín 

 

 

4 de febrero del 2010. Casi toda España está de luto. Día negro de la democracia. Día aciago para la Historia de España. Marcará un hito en los libros y en la vida de millones de españoles nacidos o por nacer. Día en que se aprobó la inicua, injusta y criminal Ley del Aborto.

Una parte de españoles, -lo vimos en la tele- alegres y dichosos se felicitaban por el triunfo de sus ideas y de su partido. Por fin, esta Ley “iba a ser la salud de los españoles”, “la igualdad de derechos para las mujeres”,”la demanda social estaba atendida”, los progres y los radicales izquierdistas,  habían logrado la victoria -6votos más- sobre los conservadores, retrógrados y cavernícolas antiabortistas. Lo decían sin cortarse un pelo:”Era una ley progresista, consensuada, necesaria, y a la altura de otros países más avanzados”. Estaban de enhorabuena y solo faltó, al final de la votación, el brindar con champán…

Otra parte de españoles-la inmensa mayoría, según las encuestas- oyeron la  noticia con infinita pena, con lágrimas en los ojos, con un recurso a la oración. Los medios , tanto escritos como orales y visuales - ya todos significados por sus posturas ideológicas- , siguieron la misma pauta de comportamiento a favor o en contra. Pocos quedaron indiferentes. Otra vez España estaba enfrentada-no por los 4 millones de parados- si no por una Ley igualitaria. La frase de A.Guerra se cumplió: “ A España no la iba a conocer, ni la madre que la parió”.