Otra de Fátima
Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín
Se va haciendo normal la peregrinación al santuario de Fátima de las parroquias de nuestra diócesis de Getafe. La última organizada en la parroquia del mismo nombre en Fuenlabrada, barriada del Arroyo, por su nuevo párroco don Andrés García Torres y apoyado en todo, por los responsables del Apostolado Mundial de Fátima, don Miguel Rivilla San Martín –director diocesano- y don Francisco Eruste-delegado diocesano- fue todo un éxito en el aspecto espiritual y material.
La pastoral de las peregrinaciones está en alza en todo el mundo católico. Así lo van constatando las decenas de sacerdotes implicados y cristianos comprometidos en dicha pastoral. Es el recurso divino del que se vale el Señor y su Sma Madre, para ofrecer la conversión a millares de hijos suyos y devolver la paz espiritual a cuantos corazones están hambrientos de trascendencia y ahítos de materialismo y desesperanza en nuestra sociedad actual. Merece la pena el atender y fomentar este signo de los tiempos en el que está en juego la suerte de la Iglesia y la de sus fieles. Un providencial medio de renovación en la fe y en el amor.
Lo importante para recoger los frutos esperados, es mentalizar a todos los participantes del sentido religioso de lo que emprenden. Una peregrinación no es una excursión, ni un viaje turístico, ni siquiera un atractivo reclamo para ver y conocer sitios nuevos. Ante todo, una peregrinación es un encuentro personal y comunitario con Dios y su gracia, un rememorar las verdades perennes y una práctica insustituible de la oración personal y comunitaria -Sto Rosario- junto con los sacramentos de la eucaristía y del perdón. Una peregrinación a cualquier santuario del mundo, sin dichos ingredientes, queda devaluada, manipulada y prostituida.
Las peregrinaciones organizadas por una comunidad parroquial, asesoradas o apoyadas por el Movimiento Mundial de Fátima, tras largos años, -décadas-, de vida y experiencias religiosas, rinden abundantes e impagables frutos para la vida espiritual de esa parroquia. Así pensamos ha sido la peregrinación a Fátima de la parroquia del Arroyo de Fuenlabrada. Desde las oraciones de láudes por la mañana, el santo rosario meditado, los cantos espirituales, las películas de tema religioso y apropiado que se pusieron en el autocar, el vía crucis, la exposición con el Smo Sacramento y sobre todo la Eucaristía diaria son los pilares sobre los que erigir todo lo demás.
Así lo han podido comprobar los 45 fieles de Fuenlabrada cuya experiencia religiosa quedará perenne en sus almas. Que cunda el ejemplo.