La señal de los cristianos

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín   

 

 

Todos los bautizados sabemos que la señal de los cristianos es amarse como hermanos. Lo aprendimos de niños en la catequesis y lo cantamos a menudo en las celebraciones. Lo que pasa es que del dicho al hecho.... Somos
olvidadizos, incoherentes, limitados, poca cosa...; y somos capaces de dar el espectáculo único y nada edificante, de peleas y golpes, como nuestros hermanos, monjes ortodoxos griegos, enzarzados a porrazo limpio, contra los monjes coptos armenios. Poco menos que una batalla campal, en la que tuvo que intervenir la policía, y ante el santo sepulcro de Jerusalén, donde, según la tradición, fue depositado el cuerpo de Jesús al bajarlo de la cruz.¡Vergüenza¡.

Esta es la miseria y a la vez la grandeza de una enseñanza maravillosa que el Maestro nos dejó como testamento:"Este es mi mandamiento, que os améis unos a otros como Yo os he amado".Una vez más, los que no comparten nuestra
fe tendrán motivo justo para arremeter contra el cristianismo por los fallos, miserias y debilidades que existen y mostramos los seguidores de Jesús. Se hace realidad la sentencia del gran maestro Gandhi, pacificador sin violencia en la India, cuando al leer el Evangelio y ver la conducta de los colonizadores ingleses que explotaban y machacaban a su pueblo dejó
escrito."¡Qué maravilloso es el cristianismo, pero que malos son los cristianos que lo practican¡".Bien podría ser todo esto, motivo de reflexión y de humildad para todos cuantos somos y nos llamamos cristianos y dejamos tanto que desear.