Leyes antivida

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín   

 

 

El Gobierno socialista ha colocado a España en la cultura de la muerte o lo que es lo mismo, propiciará en la presente legislatura el aborto y la eutanasia. De hecho los legisladores lo hacen en virtud de sus ideologías partidistas, no por sus convicciones personales. La izquierda votará las leyes antivida, sin consideración alguna a lo que manda Dios, sino a lo que mande el Partido. La Oposición mirará para otro lado y no rechazará como grupo, abiertamente, el aborto. Conclusión: Ambos grupos no son de fiar. A quienes no les importa Dios, menos les importará la vida. Los que se arrugan ante el problema, aunque se crean creyentes no son tales, pues obran contra la manifiesta voluntad divina, expresada en el 5º mandamiento.

Los creyentes cristianos proclamamos aquí y ahora; hoy y siempre y en todas partes: ”Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”.Obedeciendo a los hombres y desobedeciendo a Dios, no hay cristiano que valga. Es incoherencia, pues se legisla contra Dios, autor de toda vida. Un cristiano sabe que Dios-el único vivo y verdadero- no es insensible ni indiferente ante una ley antivida, le afecta, le ofende, le repugna, la rechaza y condena.

No priva de su libertad a los que obran mal, pero siempre serán éstos responsables en conciencia de su mal obrar. Este es el auténtico problema al promulgar leyes injustas.

Conclusión: Por lógica, coherencia intelectual y sentido común podemos decir que nada bueno cabe esperar de las leyes antivida. Se priva violentamente a los seres más inocentes e indefensos y encima se quiere justificar la barbarie apelando a los derechos de la madre.