España sin luz

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín   

 

 

El mundo de los invidentes se distingue por carecer de luz y consecuentemente por la ceguera generalizada. Sin luz no hay visión posible. Hoy en día, España es un país de invidentes. Lo más triste es que sólo unos pocos lamentan, se inquietan y rechazan esta triste situación. El resto vive instalado en un conformismo suicida.

Según las últimas encuestas los principales problemas que preocupan a los españoles son -por este orden-: el terrorismo, el paro y la vivienda. No es prioritario el gravísimo problema del aborto. Más de 100.000 abortos son contabilizados oficialmente, cada año, en las estadísticas del Estado.

Ahora bien, como los efectos de este crimen masivo no se perciben, y la sensibilidad de los ciudadanos está anestesiada o hábilmente manipulada, no se denuncia como el primer y más grave problema de nuestra sociedad, el aborto legal. Ley injusta donde las haya. ¿Qué ceguera cabe mayor que esta, para diagnosticar que el pueblo español, imbuido por el materialismo, el relativismo y el egoísmo, camina sin luz para ver la realidad de la vida y su futuro, apostando por la cultura de la muerte?.Un pueblo, una nación, una sociedad, que mata a los seres más inocentes e indefensos de la misma, y permanece insensible ante este horrendo genocidio, está sin luz y padeciendo la más absoluta ceguera. No existe futuro .