Comprender a la Iglesia

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín   

 

 

La mayoría de los conflictos surgidos entre Gobiernos, del signo que sean y la Iglesia, tienen como causa el olvido, ignorancia e incomprensión de la identidad, misión y fines de la misma. En una singladura secular, la Iglesia ha pasado y superado los más difíciles avatares y sigue segura, en su peculiar misión, tan distinta a como algunos la ven y la juzgan peyorativamente.

Como ayuda a clarificar este panorama, aporto estas sencillas, breves y escuetas ideas:

-La Iglesia no es un partido político.- No se identifica ni excluye a ninguno. -Vive y actúa con todos los que la dejan vivir en libertad, sin mediatizarla.- Las personas y su destino eterno, son lo esencial para ella.-Su misión sobre todo es trascendente y no busca el poder, el dinero, sino el servicio.

-La Iglesia tiene sus principios irrenunciables, a los que debe ser fiel, a costa de lo que sea, sin doblegarse ante el poder, el dinero, halagos, amenazas, promesas, ataques o persecuciones. Estos principios dimanan de la fidelidad al Evangelio y a su fundador, Jesucristo.-La Iglesia en democracia, tiene los mismos derechos y obligaciones de acatar las leyes justas, como los demás grupos y de ejercer, pacíficamente, el derecho a la objeción de conciencia de sus miembros, en defensa del bien común. –El derecho a la vida, la defensa del matrimonio entre un varón y una hembra, el derecho de los padres-no el Estado- a educar a sus hijos moralmente y el bien social de los más pobres .., son algo que siempre defenderá la Iglesia, en cualquier situación política.

-Esta no puede ni debe cambiar en lo esencial, al cambio de los tiempos, los gobiernos o las ideologías. Ella es y debe ser la conciencia crítica de los que carecen de voz. No pide ni privilegios ni prebendas, sí respeto, libertad y reconocimiento a su misión. Cualquier ingerencia en el modo de actuar de la Iglesia por el Gobierno, será motivo de roce innecesario y que pagarán los más débiles. Más comprensión y menos ataques por el bien de todos.