Ateos muy pocos

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín   

 

 

Esta es mi conclusión tras largos años de trato con gente corriente. Hoy, bastantes no se cortan un pelo, en privado y en público, de mostrarse o “postularse” -(crasa cursilería, en lenguaje políticamente correcto) -, como ateos, agnósticos e increyentes etc.

Pecan, entre otras muchas cosas, de esnobismo, petulancia e ignorancia resupina, en lo básico de la Religión y de entender lo qué es la fe, el hecho de la revelación divina y hasta la figura clave de Jesucristo.

Si a esto se añaden comportamientos morales antinaturales, oídos sordos a los reclamos de la propia conciencia, a un vivir como si Dios no existiera, a frecuentar ambientes promiscuos, donde se justifica “el todo vale” en el sexo, las drogas etc y a una rebeldía contra toda norma establecida en la sociedad, la familia, la Iglesia, la autoridad .. ya tenemos el mejor caldo de cultivo para los que “se postulan” ateos.

En la vida de dos grandes santos, el cura de Ars y S.Juan Bosco se narran dos anécdotas que parecen calcadas una de otra. Estos apóstoles incansables de la misericordia divina en el sacramento de la confesión, eran requeridos por ateos contemporáneos que querían discutir con ellos de todo lo divino y lo humano. No los rechazaban, pero les pedían que antes se confesasen. Se resistían, pero lo hacían. Hombres de Dios, clarividentes, les descubrían los entresijos más ocultos de sus vidas y con el dolor y arrepentimiento de sus culpas, les devolvían la paz de sus conciencias. Este sencillo acto, era más que suficiente para disipar todas las dudas de su presunto ateísmo. ¿No será lo que pasa con muchos ateos actuales?.