Abolición de la ley del aborto

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín   

 

 

En los inicios de una nueva legislatura, que se prevé dura y difícil, los partidos políticos hacen planes para realizar sus objetivos programáticos. Se tienen a punto respuestas para afrontar los problemas de la economía, del paro, del terrorismo, de la justicia, de la educación, de la unidad territorial etc.

Muy oportunamente, los obispos españoles han salido a la palestra, pidiendo por encima de otras consideraciones, la abolición de la “ley del aborto, que es una ley injusta”. No creo sea ésta una de las prioridades de los partidos. La cultura de la muerte ha arraigado fuerte en España, pero habrá que replantearse con decisión y valentía, si no es urgente e importante acabar cuanto antes con lo que se ha calificado como el mayor baldón de la democracia en nuestro siglo: es decir “la ley del aborto y de la eutanasia, así como la manipulación de embriones humanos”.

Hay plena unanimidad de criterio para la Iglesia universal al respecto: “Ningún católico puede admitir, en ningún caso, dichas prácticas”.Una vez más, nos lo han recordado los obispos españoles. Tenemos derecho los votantes a saber claramente si entran o no, en las ideas y principios de sus partidos esta prioridad.

Si el primero de los derechos humanos, el de la vida, no merece una protección especial, sobrarían todos los demás. Los creyentes, además, sabemos que Dios no puede bendecir a un pueblo con la paz, cuando éste se obstina en pisotear su santa Ley- no matarás- muy por encima de todas las leyes de los hombres.