Matar el alma de España Miguel Revilla

Intercambio impresiones por Internet con personas y amigos míos, preocupados por la deriva que han tomado los eventos religiosos y sociopolíticos en España, en estos cuatro funestos años de desgobierno socialista.

Me han impresionado vivamente las palabras remitidas por un buen amigo mío, católico practicante y comprometido - Luis Fernando P.B - de acrisolada fe y estupenda formación, quien se expresa en estos términos:

“Esta generación a la que pertenecemos, es la que, hasta ahora, ha conseguido lo que nadie consiguió en siglos y siglos pasados: arrancar a Cristo del alma de España. O lo que es lo mismo, matar a España. Porque España, o es cristiana o no es.

Se nos pedirá cuentas por ello, si es que demostramos ser incapaces de revertir el camino que hemos emprendido. Cualquiera que me lea dirá que exagero y que generalizo demasiado. Es posible. Toda generalización suele ser injusta y estoy seguro que durante todo este tiempo han habido muy buenos cristianos. Pero casi estoy por decir que son la excepción que confirma la regla de un pueblo, que lleva demasiado tiempo rondando la apostasía, cual bufón traidor a su Rey que canta alegremente sin reparar en que va camino del cadalso”.

Hago mías sus palabras y las ofrezco a la pública reflexión, por si todavía estamos a tiempo de evitar –aunque me tachen de catastrofista- el desastre que nos amenaza.