Iglesia labor social y asistencial

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín 

 

 

En este triste, injusto y lamentable ataque que el Gobierno socialista ha dirigido por todos los medios afines y con toda su patulea, que vive de la sopa boba del Estado- llámese mamandurrias o canon digital, el cardenal de Sevilla, monseñor Carlos Amigo ha dirigido unas sencillas palabras, que deberían hacer pensar a toda persona, empezando por los dirigentes socialistas a quienes se les calienta tanto la boca y despotrican contra la Iglesia sin pesar ni pensar lo que dicen.

Monseñor Amigo dijo que una cosa es separar Iglesia y Estado y otra convertirse en enemigos irreconciliables. «El problema no puede ser la Conferencia Episcopal ni el Gobierno, sino la gente a la que tenemos que servir desde uno y otro lado.¿Qué pasaría si pusiéramos en la puerta del Ayuntamiento a las 400 personas-(es un solo ejemplo a tener presente) que asisten las monjas cada día en los comedores de Sevilla”.

A este propósito he leído un comentario de un anónimo comunicante de Internet que hago totalmente mío y que dice lo siguiente: “Sería muy interesante, hacer por lo menos un día la prueba: que la iglesia dejara de hacer su función de asistencia y apostolado (todos a la vez), para que se viera lo que podría pasar. Ya está bien de demagogia de la gente en principio inculta, malintencionada y vulgar ( no quiero señalar a nadie) y entonces se vería qué pasaba, pues todos esos servicios tienen un precio, que si la sociedad civil tuviera que pagarlos, no habría dinero para hacerlo, de modo que menos lobos, señores del gobierno, satélites y gente....

Si de verdad tuvieran que pagar todos los servicios que la Iglesia hace gratis total, os enteraríais de lo que vale un peine. Yo provocaría una huelga de la iglesia católica en España, unos días, nada más, a ver que pasaba con la ingente cantidad de gente a la que asiste, y se la mandaría a toda esa gente a la puerta del Congreso o la Moncloa, a ver que duraba el impresentable presidente del gobierno que padecemos, ignorante, demagogo, masón y ahí me quedo”. Sin comentarios