El 2007

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín 

 

 

Un nuevo año. ¡Cómo pasan los años .. , y cómo pasamos nosotros¡. Un año más sí, pero también un año menos.. Según se mire. Todo es relativo . Todo fluye, todo pasa, decían los griegos. Todo es efímero, dice la Biblia. Vivimos instalados en lo provisional. Ninguno es espectador de la vida, como el que está sentado en la orilla y ve pasar las aguas del río, sino que vamos inmersos en la corriente que nos arrastra a todos. ”Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar, que es el morir “, nos recuerdan los versos de Jorge Manrique.“No se engañe nadie, no, pensando que ha de durar lo que espera, más que duró lo que vio, porque todo ha de pasar de igual manera”. Y es que nadie puede retener la vida, ni sus momentos más dichosos. Es como el agua, que se nos escapa de entre las junturas de los dedos.

Los epicúreos romanos habían acuñado un lema: “ Carpe diem¡ “, aprovecha el día .El momento presente es lo único que tenemos. El pasado es como un sueño -ya lo dijo Calderón - y el futuro no es aún llegado. El futuro último, definitivo, del hombre, no es la muerte, ni el sepulcro, sino DIOS. Hacia él nos encaminamos todos, más o menos conscientes. Este es el meollo principal de la divina revelación. Dios nos regala un nuevo año como un libro en blanco, para que cada uno escriba o emborrone a su libre albedrío. Somos, por consiguiente, cada cual, responsables de lo que hagamos en la vida y con la vida. No sería mal propósito para el nuevo año : ¡Vive y deja vivir¡. ¡Feliz Año Nuevo ¡.