Carlos de Inglaterra

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín 

 

 

Pésimo ejemplo el dado por el Príncipe de Gales en su periplo por diversos sitios de la India, Arabia y Egipto, en compañía de su esposa Camilla, visitando varios templos paganos, politeístas, como el de los Sij en Anandpur y participando
en los ritos de los mismos. Es sabido que un cristiano, desde los tiempos de los apóstoles, no tiene nada que ver con los cultos de los ídolos o dioses falsos, a los que la Biblia denomina y son en verdad "demonios".

Un rey cristiano, que está llamado a ser cabeza de la Iglesia de Inglaterra al morir su madre, no debería haberse prestado a esta superchería y menos bajo la excusa de ser un "defensor de todas las religiones". 

El propiciar la libertad religiosa para los fieles de buena fe, en los diversos países, no significa en modo alguno que todas las religiones sean verdaderas.

Esta postura inadmisible y rechazable, es fruto del relativismos o ignorancia religiosa tan en boga hoy día en todas partes. La coherencia de la fe y una conciencia correcta y bien formada en una persona de su alcurnia, debería inducirle a ser ejemplar en todos sus comportamientos, tanto religiosos como sociales y políticos.