Pecados contra Dios

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín 

 

 

Es curioso el constatar las argucias que se emplean en la vida actual para no llamar a las cosas por su nombre y tratar de camuflar su realidad o existencia. Tal pasa con el tema del pecado. No es lenguaje políticamente correcto hablar, hoy día, del pecado.

 

No obstante, ninguna otra realidad hay tan extendida, visible y perniciosa entre los humanos, dentro y fuera de ellos, como el pecado o corrupción moral. Al pertenecer éste a un orden espiritual y definirse como "ofensa libre y voluntaria contra Dios o su Ley", piensan algunos que el modo mejor de vivir en paz (¡?), es, desoír la conciencia -voz de Dios- o negar la existencia del Absoluto .

 

Para estos tales, el bien o el mal es algo relativo o subjetivo, que cada uno acomoda a su sentir, gusto o voluntad, sin dependencia de normas objetivas. Todo pecado, según la Biblia, hace relación a la libertad personal, y aparece, desde el inicio del existir humano. Por revelación también sabemos que por el mal uso del libre albedrío de Adán y Eva, entró el pecado en el mundo y con él la muerte.

 

Los pecados que claman al cielo y que ofenden gravemente a Dios, son, según la Biblia.: El homicidio(Gn.4,10). La sodomía (Gn.18,20 y ss).La esclavitud (Ex 3,7-10).Oprimir al pobre y a la viuda(Ex 22,20-24).Defraudar el salario al obrero(Dt.24, 14-15). El N.T señala otros pecados contra el decálogo, como el escándalo, la simonía, la idolatría, la fornicación o el adulterio que igualmente ofenden a Dios.