Dios sigue hablando

Autor: Padre Miguel Rivilla San Martín 

 

 

El Dios cristiano, el único Dios vivo y verdadero, no es un Dios mudo. 
Desde siempre y de muchos modos ha hablado y sigue hablando al hombre. Éste, en uso de su libertad hace oídos sordos a la voz divina. Esta voz se hace presente en la conciencia; se aclara en la Biblia y resuena en los 
profetas Al fin, la interpelación divina se hace nítida y apremiante por medio de su Hijo Jesucristo, llamándonos a todos a la conversión o vuelta a Dios. Su voluntad se nos ha revelado clara en el Decálogo y en el Evangelio. En él está el camino verdadero a seguir para que alcanzar el bien presente y la felicidad futura. 

Muy poco o nulo caso hacen los hombres al reclamo amoroso de Dios. 
Otras voces interiores y exteriores les llevan por caminos opuestos a los de Dios.
Ciega y sorda por su autosuficiencia, la humanidad camina imparable a su propia destrucción. 

Ni los eventos de la vida individual o social, de la vida nacional o internacional, hacen recapacitar a los humanos. Todo inútil. Como los padres que ven que sus amados y rebeldes hijos, caminan a un final desgraciado a pesar de sus requerimientos, así Dios no priva al hombre de su libertad y le deja sea dueño y responsable de su destino.

Lejos de mí parecer como profeta de calamidades. Me siento pecador e interpelado por Dios a la conversión, como todos. Esto no me impide gritar a quien me quiera oír, que muy mal camino llevamos de seguir así. 
Ojalá esté equivocado.