Los niños y la televisión
¿Qué uso le doy a la TV?

Autor: Padre José Martínez Colín

 

 

1) Para saber


Hace poco hubo en Roma una Jornada Mundial de la Comunicaciones, en la que intervino el Papa Benedicto XVI. Ahí se trata de proponer soluciones a los problemas que originan los medios de comunicación. Uno es el uso inadecuado de la televisión. El Papa hizo hincapié en la importancia del cuidado que se ha de tener, especialmente cuando la utilizan los niños.
Recibí la oración, que podría ser de un niño, que apunta a este uso, o abuso, que suele tenerse, y que transcribo a continuación.
“Señor, acudo a Ti para pedirte algo que no te costará trabajo, pues eres Dios. Creo que esto no será muy difícil. Tú que eres bueno y proteges a todos los niños de esta tierra, hoy quiero pedirte un gran favor, sin que se enteren mis padres. Transfórmame en un televisor, para que mis padres me cuiden como lo cuidan; para que me miren con el mismo interés con que mi mamá mira sus telenovelas preferidas o mi papá ve sus deportes favoritos. Incluso mi hermano me golpea por apartarla.
Quiero sentir sobre mi la preocupación que experimentan mis padres cuando la televisión comienza a fallar y rápidamente llaman al técnico. Quiero hablar como ciertos animadores que cuando lo hacen, toda mi familia calla para escucharlos con atención, sin interrumpirlos. Deseo ver a mi Madre tan atenta frente a mí como lo hace cuando ve las ofertas o consejos de belleza que le sugieren. O quisiera ver reír a mi Padre como lo logra el humorista o comediante de moda, con chistes que no entiendo. Quiero simplemente que me crean cuando les cuento mis historias de fantasías diciendo: ¡Es cierto! Lo vi en la tele.”


2) Para pensar


Habría que pensar cómo es nuestra actitud ante la televisión, pues hay el peligro de ponerle menos atención a las personas que están a nuestro lado.
Si bien, el mismo adulto ha de saber cuidar todo aquello que mira en la televisión, en el caso de los niños adquiere mayor importancia al estarse apenas formando su personalidad, pudiendo adquirir formas inapropiadas en su pensar y en su obrar.
El Papa señalaba que no es posible dejar a los niños solos ante los medios de comunicación, pues siendo tan atractivos lo que reciben, a veces les lleva a confundir la realidad con la ficción. En ocasiones habrá que acompañarlos, o por lo menos enterarse de lo que ven, para poder dialogar al respecto.
Una medida de prudencia, el Papa apuntaba, es la necesidad de ser selectivos, de modo que piensen y elijan con acierto qué mensajes, qué programas, qué videojuegos son óptimos para su formación. Así los pequeños no serán arrastrados hacia temáticas y enfoques empobrecedores y engañosos que les deteriora y deprime.
Pensemos si vemos todo lo que nos dan o sabemos elegir lo adecuado.

3) Para vivir


Se trata de que aprendan a elegir aquello que les construye y les hace crecer en el bien y la alegría: "La belleza, que es como un espejo de lo divino, inspira y vivifica los corazones y mentes jóvenes, mientras que la fealdad y la tosquedad tienen un impacto deprimente en las actitudes y comportamientos"», dijo el Papa en su mensaje.
El Papa lanzó además «una fuerte invitación a los responsables de los medios para que pongan en primer lugar el respeto a la persona humana».
Aunque los operadores de los medios se ven sometidos a intensas presiones comerciales, sin embargo importa mucho cuidar el bien común, preservar la verdad, proteger la dignidad humana individual y promover el respeto por las necesidades de la familia.