¿Son vacíos nuestros domingos?

Concluyen las Jornadas Mundiales de la Juventud

Autor: Padre José Martínez Colín

 

 

1) Para pensar

Concluyó la XX Jornada Mundial de la Juventud, en donde pudieron reunirse, ante el asombro de las autoridades alemanas, más de un millón de personas, entre ellas 10.000 sacerdotes y 800 obispos, sobrepasando sus cálculos, pues esperaban a lo más unas 800,000 personas.
El Papa manifestó su deseo de estar con cada uno: “Me hubiera gustado poder recorrer el terreno del Marienfeld con el Papamóvil en todas direcciones, para poder estar cerca de cada uno de vosotros. Por la dificultad que presentaban los caminos no me fue posible, pero saludo a todos y cada uno de vosotros de todo corazón. El Señor ve a cada uno de vosotros.” 
En la Eucaristía de Clausura, el Papa Benedicto XVI invitó a los jóvenes a asistir regularmente a misa los domingos. “Veréis cómo precisamente así lográis que vuestro tiempo libre tenga el equilibrio justo”, dijo el Pontífice durante la misa celebrada en el Campo Mariano (Marienfeld).

2) Para pensar

Un domingo, en un pequeño poblado, un agricultor conducía su carreta llevada por caballos, llena de hierba, en sentido contrario a las personas que iban caminando hacia la iglesia, pues era la hora de la única Misa en ese pueblo. De pronto, un hombre le gritó: “¡Detente, para! ¡Lo has puesto debajo de las ruedas!”. El carretero detuvo los caballos inmediatamente, se bajó para ver las ruedas, y desconcertado le preguntó al hombre que gritó: “¿Pero se puede saber qué he puesto debajo de las ruedas? El hombre le contestó muy serio: “¿No te has dado cuenta? ¡Nada menos que al tercer mandamiento de la Ley de Dios!”.

El Papa nos vuelve a recordar la importancia que tiene para todos los hombres no desligarse de Dios y, en concreto, el día dedicado especialmente para Él. En su intervención, el Papa aclaró: “Es bonito que hoy el domingo sea un día libre en muchas culturas (…). Pero este tiempo libre se queda vacío, si Dios no tiene un lugar en él. ¡Queridos amigos! Puede que en un primer momento nos resulte incómodo planificar nuestra ida a la Santa Misa en un día de domingo. Pero ya veréis como precisamente esto le da a vuestro tiempo de ocio el equilibrio justo. No desistid de la eucaristía dominical y ayudad también a los demás a descubrirla.” 
En efecto, el domingo se vuelve vacío si apartamos a Dios de él y nos olvidamos de acudir a la Santa Misa. Por más ocupados que estuviéramos este día, tendríamos que hacer un lugar y un espacio para Dios. Sólo Él le pondrá color y sentido a nuestra vida.
Por ello el Papa, como buen padre, nos advierte que aunque hoy en día se aprecia un extraño olvido de Dios en grandes partes del mundo y los hombres creen poder vivir sin él, esto sólo trae como consecuencia que “les invada un sentimiento de frustración, de insatisfacción con todo y con todos: ¡Esto no puede ser la vida! Decididamente no lo es.”

3) Para vivir

Hay que recordar que el tercer mandamiento de la ley de Dios nos dice: “Santificarás las fiestas”, lo cual se cumple participando en la misa el domingo y las demás fiestas de precepto. Aunque ciertamente toda la vida del hombre y todo su tiempo debe vivirlo alabando y agradeciendo a Dios sus dones, el hombre necesita también momentos de oración explícita, y el “día del Señor”, el domingo es, por excelencia, el día de esta relación en la que el hombre eleva a Dios su canto.
Sabiendo que en ocasiones se pueden presentar serias dificultades para asistir a la Santa Misa el domingo, y puesto que su omisión culpable es una falta grave, la Iglesia ha establecido que se cumple con el precepto dominical si se asiste por la tarde del sábado. Y es que para los tiempos de la Iglesia, el sábado por la tarde ya es parte del domingo, son sus vísperas.
Así lo prescribe el Código de Derecho Canónico: “Cumple el precepto de participar en la misa quien asiste a ella, dondequiera que se celebre en un rito católico, tanto el día de la fiesta como el día anterior por la tarde”(canon 1248). Ello permite que se pueda prever asistir a la Misa si se va a viajar el domingo, o si hay alguna actividad que nos pone en peligro de no asistir. Pensemos de qué manera estamos vivimos este día.