El Papa invita a decirle que sí al Señor.

El “Cuento de los mil perritos”

Autor: Padre José Martínez Colín

 

 

1) Para saber 

El Papa Benedicto XVI escribió una carta a los jóvenes de Francia, con motivo de una peregrinación que hicieron al Santuario de la Virgen de Lourdes. No obstante, es un mensaje para todos nosotros. En ella nos invita a ser conscientes de que Dios, mediante la gracia conseguida por Cristo, nos hace dignos de su confianza y desea que realicemos nuestros sueños más nobles y elevados los cuales nos han de llevar a una auténtica felicidad.

Nos recuerda el Papa que así como el ángel San Gabriel le dice a la Santísima Virgen que se alegre porque ha “hallado gracia delante de Dios" (Lc 1, 30), del mismo modo nosotros hallamos gracia delante de Dios cuando seguimos sus caminos, aunque algunos de ellos sean inesperados o muy exigentes. Pero seguirlos será siempre fuente de alegría profunda. 

2) Para pensar 

Cuando se tiene una buena disposición en aceptar los planes de Dios, se refleja después en tener una actitud positiva y alegre en llevarlos a cabo; de lo contrario, reflejaremos una actitud negativa. Sucedería como el “Cuento de los mil perritos” que a continuación relato.

Se dice que hace tiempo, en un pequeño pueblo, había una casa abandonada. Cierto día, un perrito, logró meterse por un agujero de una de las puertas de dicha casa. El perrito subió lentamente las viejas escaleras de madera. Al terminar de subirlas se topó con una puerta semiabierta; lentamente se adentró en el cuarto. Para su sorpresa se dio cuenta que dentro de ese cuarto habían mil perritos más observándolo tan fijamente como él los observaba a ellos. El perrito comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. Los mil perritos hicieron lo mismo.

Posteriormente sonrió y le ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se quedó sorprendido al ver que los mil perritos también le sonreían y ladraban alegremente con él. Cuando el perrito salió del cuarto se quedó pensando para sí mismo: "¡Qué lugar tan agradable! ¡Voy a venir más seguido a visitarlo!"

Más adelante se encontró con un conocido perro callejero, el cual siempre andaba buscando peleas, por lo que casi no tenía amigos. Le preguntó al perrito que de donde venía tan contento y se enteró de aquel lugar. El perro callejero decidió ir. Entró por el agujero y subió las escaleras de madera. Al entrar al cuarto también vio que había mil perros callejeros. Este perro al ver a los otros mil perros callejeros del cuarto, se sintió amenazado ya que lo estaban mirando de una manera agresiva. Posteriormente empezó a gruñir; obviamente vio cómo los mil perros le gruñían a él. Comenzó a ladrarles ferozmente y los otros mil perros le ladraron ferozmente también a él. Sintió miedo ante tantos perros y salió corriendo de ese lugar y se dijo: "¡Qué lugar tan horrible! ¡Nunca más volveré a entrar aquí!"

En el frente de dicha casa se encontraba un viejo letrero que decía: "La casa de los mil espejos".

Suele pasar que según el rostro que mostramos, es el que recibimos. No siempre sucede, pero pensemos qué rostro estamos poniendo ante los demás. 

3) Para vivir 

Nos dice el Papa que nuestro "sí" a Dios, como el de la Virgen, “hace brotar la fuente de la verdadera felicidad: este ’sí’; libera al yo de todo lo que lo encierra en sí mismo. Hace que la pobreza de nuestra vida entre en la riqueza y en la fuerza del proyecto de Dios... Abre nuestro corazón estrecho a las dimensiones de la caridad divina, que son universales. Conforma nuestra vida a la vida misma de Cristo”.

Terminó el Papa animándonos a celebrar con entusiasmo la alegría de creer, de amar y de esperar en Cristo, sin tener miedo de escucharlo, pues nunca quedaremos defraudados.