La Madre Pilar de la familia

Autora: Josefina F. Jiménez Laguna

 

 

Reflexiones de una madre ante una crisis familiar. 

Tengo que ser el AVE Fénix, surgir de mis cenizas de dolor y tirar conmigo de todo hacia arriba, recuperar lo que un día nació  por amor y con amor, la ilusión, la sorpresa, la emoción, la esperanza. Mi familia depende de mí, soy como el pilar en que se sostiene una casa, si el pilar maestro se desmorona yo ayudare a apuntalarlo, no como victima, sino como triunfadora y libertadora de la paz, volveré a sentar los principios de la familia, reconquistar el tiempo perdido, establecer nuevas relaciones familiares cargadas de valores un poco deteriorados por los sinsabores vividos, no puedo mirar hacia atrás y anclarme en un pasado, creer que todo esta perdido ¡no esta perdido!¡tengo que revivirlo!, el amor enfriado, la amistad olvidada, la seguridad emocional,

Tengo que actuar lenta pero sin pausa, sin autoritarismo sino con convicción, con firmeza sin debilidad, sentimental sin sentimentalismos, siendo protagonista en la oscuridad, dejando a los otros creer ser los verdaderos artífices. Tengo que tragarme el orgullo, la ansiedad, mi dolor y mi sufrimiento, lo negativo que hay en mí, para dar sensación de  felicidad y normalidad, dar naturalidad a una convivencia de todos y con todos no de unos pocos contra el resto.

Y a ese pilar derrumbado tengo que inyectarle nuevas dosis llenas de vida, de amor, si fue mi compañero en otros tiempos mejores y felices tengo la obligación de ayudarle a renacer y ser nuevamente parte activa querida y respetada de la familia.

A esas vigas que unieron un día esta estructura, aquellas que surgieron para dar forma a la colocación en sí, darles el apoyo para también reconocer la debilidad humana, la necesidad de perdón hacia la base fundamental, base que se vino abajo por el peso de tanto responsabilidad, del enfrentamiento entre dos generaciones, con ideas de una educación pasada ya en desuso, de no saberse adaptar a las nuevas corrientes.

La ciencia avanza y es difícil seguirla, los nuevos experimentos y descubrimientos son a veces pasos de gigante a los que hay que adaptarse, y eso es difícil.

Y cuando todo termine que no haya vencedores ni vencidos, sino una familia unida que supero una crisis con el amor que la unió en un principio, pasar  del escenario de la tragedia al patio de espectadores para contemplar la verdadera obra, deleitarse con nuevas escenas cargadas de todo lo que nunca debió perderse, el amor y la unión.