Encontrar la paz en Dios

Autora: Josefina F. Jiménez Laguna

 

 

En los momentos que en mi vida me he sentido temeroso, irritado, molesto...me he dicho

¡Despierta! y pregúntate ¿qué pasa?. Y si veo que aquello tiene solución, lucho con paz para solucionarlo. Si no tiene solución, o la solución no está en mis manos, lo dejo en sus manos diciendo Hágase.

Cuando las circunstancias no tienen vuelta de hoja ,   me causan tristeza, preocupación o contrariedad, respondo al padre con un Hágase.

Me es hostil mi alrededor, me molesta todo... respondo al Padre con un Hágase. No hay derrota posible para los que se abandonan.

Mis proyectos, mis deseos han fracasado, en mi memoria surgen recuerdos dolorosos, memorias desagradables; situaciones del momento que me causan tristeza, rencor, vergüenza, rabia...¡despierta!, déjalo en sus Manos con un Hágase, serás invencible.

Deficiencias mías personales, mala memoria, dificultas de expresión, Hágase; dolores de cabeza, molestias físicas, Hágase, mal carácter , genio,  Hágase.

No debo permitir que nada perturbe mi paz. Me abandono totalmente en el Padre y encuentro la paz y la serenidad.