El Adviento

Autora: Josefina F. Jiménez Laguna

 

 

La palabra adviento viene del latín, ad- ventus, (venida, llegada). Hace pues referencia a la llegada de Jesús a este mundo, como lo habían predicho los profetas y se esperaba en todo el pueblo de Israel desde hacia muchos años. Isaías ya había dicho,”Y saldrá del tronco de Jesé....” Ese Jesús esperado para aliviarlos y sacarlos de la esclavitud, un poderoso guerrero y victorioso general de los ejércitos que levantara a todo el pueblo contra el dominador.

Israel vivió su adviento durante los tiempos de dominaciones y esclavitudes, de luchas y desazones, cuando llego no lo conocieron , pues esperaban una mano dura  que rompiera todas las cadenas. Esas cadenas no eran visibles, estaban en el corazón. Les costo pues comprender el mensaje de El porque como siempre queremos “ ver”.

Es pues este tiempo para nosotros de limpiar nuestra casa a fondo, tirar lo que estorbe, dar de lado a sentimientos negativos y prepotentes, mirar en nuestro interior, escudriñar los entresijos del corazón y hacer limpieza general.

Tirar lo que no sirva , lo que nos hiera y obstaculice el camino, el miedo, las inseguridades, el rencor, la apatía, llenar el alma de amor hacia uno mismo y hacia los demás, espíritu de servicio, perdonar y pedir perdón, recuperar los sentimientos perdidos, llenarse de esperanza y de fe, agradecer cuanto se tiene, con  todo aquello que dios nos ha  bendecido, y nos sigue bendiciendo diariamente, a veces son cosas grandes, pero la mayoría de las veces pasan inadvertidas, la sonrisa de un niño, el perfume de una rosa.....

Engalanar nuestra alma para esa bienvenida al Niño Dios, que brille en medio de los dolores y sufrimientos del mundo,  poner en la vida alegría, humor , fuerza, empuje, acción.... para que cuando llegue como todos los años podamos ofrecerle lo mejor que hay en  nosotros mismos.

En nuestra casa decorar con motivos navideños el entorno, buscar la compañía de los seres queridos,, acordarnos  de los que partieron a un fin mejor y que otras navidades estuvieron dándonos su calor, acompañar a los mas débiles y desheredados de la fortuna, compartir algo de lo nuestro con ellos,¡tenemos tantas cosas ¡.

Siempre debemos acercarnos a Jesús , pero en estas fechas es cita obligada la renovación, El siempre esta junto a nosotros y cualquier momento es bueno para acompañarlo.

Buscar un sitio, meditar, rezar, encontrarnos cara a cara para poder hablarle y pedirle por los enfermos, la paz, las guerras, los sinsabores de la vida,¡ hay tantas cosas por las que orar!.

Dar, dar a cambio nuestra colaboración, ponernos a su disposición para lo que el quiera de nosotros, ofrecerle nuestras alegrías y nuestros sufrimientos, nuestros pesares y nuestros logros.

Reflexionar sobre nuestra vida, leer lecturas que alimenten la mente y el espíritu, mirar hacia atrás para no repetir  los errores, para poder edificar sobre las ruinas de una vida pasada que no debe repetirse, tenemos que seguir adelante, amando, comprendiendo, ofreciéndonos, sí, ofreciéndonos tal y como somos sin caretas que desvirtúen los defectos, ser siempre íntegros y sinceros, mostrarnos al mundo con defectos y virtudes, reconocer la humanidad que hay dentro de cada uno para afrontando la realidad cambiar las actitudes que no benefician  a nadie.

No malgastemos el tiempo haciendo sacrificios que no sepamos cumplir, es algo mas sencillo, es amar, y amar es algo diferente, es olvidarse de sí mismo para darse, por eso decimos que amar es dar, es darnos a nosotros mismos y en esa entrega  todo lo que hay en sí misma de bello, de generoso y algunas veces de egoísmo, de querernos  mucho a nosotros mismos y nada a los demás, de mirarnos en el espejo y no ver nada, debemos ser un reflejo de caridad, de entrega generosa y sin objeciones, de perdernos para encontrarnos, y al hacerlo descubrir un ser mas entero, mas humano y a la vez divino, con mas altos ideales, con proyectos grandiosos para salvar a la humanidad de las garras del mal, del enemigo,( hipocresía, egoísmos, avaricias.....).

Cada año las fiestas que se vivan sean nuevas, como nuestro interior, al renovarse por dentro que se refleje a nuestro alrededor, que invada  a los que nos rodean y llene todo de luz y calor, como las calles de la ciudad que cada año se adornan para recibir a ese niño que todos llevamos dentro, pero que tienen que crecer en madurez y sentido común.

El mundo un día amanecerá y dirá de verdad ¡ ha nacido  Jesús!, y ese día no habrá dolor, sufrimiento ni lagrimas, será un universo feliz, compartido y brillara una luz nueva , la luz de la verdad , de las almas puras e incontaminadas.

Habrá pasado el tiempo de las tinieblas para aparecer el de la luz, saldremos de las madrigueras para pactar con el lobo y el león, el zorro será amigo , el hielo se disolverá, el calor , el calor  de los seres humanos aflorara y se esparcirá por el ambiente llenándolo todo de un agradable ambiente, contagiando de esperanza y de paz.