“Otro mundo es posible”

Autor: Josefa Romo Garlito

 

 

“Otro mundo es posible” es el lema elegido este año para la “Campaña contra el hambre” (11 de febrero), de Manos Unidas.
Ante campañas como ésta, se me plantean ciertas preguntas. ¿No nos llama la atención el crecimiento alarmante de la obesidad en los países occidentales?
Es la causa de que el gasto en sanidad, se haya disparado en Estados Unidos hasta multiplicarse por diez en los últimos quince años ( Europa va por el mismo camino). A punto estamos de que se pongan de moda los gorditos y gorditas. ¿No contrastan estos datos, con la desnutrición de tantos niños y adultos en amplias zonas del planeta?
No hay duda de que el egoísmo imperante de una sociedad opulenta, se resiste a compartir las viandas de este mundo. Hay un mundo rico hasta el despilfarro, con un aumento del colesterol en sangre. A sus puertas, otro mundo en el que la gente se muere de hambre y de enfermedades derivadas de ella.
En el primer mundo domina la técnica y el bienestar individual. Creo que es preciso que el hombre ocupe el centro, que el objetivo sea el bien de todos y no sólo el de unos pocos afortunados. Es necesario el diálogo de las culturas y la transferencia tecnológica para
que ningún pueblo pierda el tren del progreso o se quede a la cola.
Los pueblos y naciones, como los individuos, hemos de ser solidarios. El recibir tantos emigrantes, ¿no es la señal de nuestra insolidaridad ancestral? Si les ayudáramos a mejorar sus infraestructuras y sistemas de producción agrícola e industrial, ¿creen que vendrían en masa a mendigarnos el alimento? Pero el egoísmo imperante se resiste a compartir. ¿No nos aterra ver que se cumple en nuestros días, la parábola del rico epulón y del pobre Lázaro tan magníficamente
enseñada por Jesús? ¿Cómo podemos dormir tranquilos mientras otros velan en la escucha de la música de sus estómagos vacíos? Espero que esta campaña nos espolee y seamos capaces de hacer ese otro mundo mejor.