Carta: La Iglesia y el Sida

Autor: Josefa Romo Garlito

 

 

¿A quién no conmueve, la acción de la Iglesia en los países pobres? Creo que impacta a todos los que tienen sensibilidad, carecen de fobias y no son ignorantes.
¿Y por qué no se dice y hay tanto interés en ocultarlo? La Iglesia es la única Institución que no se pliega a lo políticamente correcto; la única cuya fe en la dignidad del hombre, no vacila. Ella es imprescindible. La Institución que más enfermos de Sida atiende hoy en el mundo, es, con
mucho, la Iglesia Católica. En la India, pese a que los católicos allí son una minoría, tiene tres mil instituciones sanitarias que fomentan el respeto a la dignidad de la persona afectada por el virus, además de ocuparse en el tratamiento de los enfermos. El ministro Ramadoss , felicita a la Iglesia porque el 85% de sus instituciones escol ares y sanitarias las ha creado en zona rural, a donde no llega el “boom económico” de la India, y las gestiona “eficazmente ayudando a toda la comunidad”, reconociendo que es “una tarea tremenda” y un “gesto noble”.
¿Por qué se intenta frenar el Sida con el preservativo, cuando eso no es más que un parche, un
engañoso “sexo seguro”? ¿No será porque es un negocio ? En Uganda se fomentan, como únicos medios eficaces, las campañas que recomiendan la abstinencia y la fidelidad en la pareja no infectada. El resultado lo cantan los datos: “La tasa de infección por el VIH de las personas de 15 a 49 años, ha pasado allí, del 30% a principios de los años noventa, al 5% el pasado
año”, eficacia similar a la que tendría una vacuna.
Mientras, en otros países, incluso de Europa, con campañas centradas en el preservativo, el Sida aumenta, muta y se hace resistente a los retrovirales; también aumentan los abortos y las enfermedades venéreas.