Pudor en verano en la iglesia.

Autor: Josefa Romo Garlito    

 

 

Nos quedamos estupefactos al ver la falta de pudor en las iglesias, pues la dignidad del lugar sagrado exige una vestimenta adecuada. El Obispo de Canarias, Monseñor Bernardo Álvarez, en la fiesta de la Candelaria 2011, habló de “decoro”, porque se "reconoce al templo como un espacio privilegiado de los creyentes para el encuentro con Dios”, por lo que  “debemos respetarlo incluso hasta en nuestra forma de vestir".

Muchas mujeres cristianas muestran, en su vestimenta, coherencia con su fe,  especialmente en la Casa de Dios; pero, quizá porque son escasas o nulas las referencias al pudor, en verano va “in crescendo” el número de las que no saben estar ni en la iglesia (es  como si se les antojara  una sala de fiesta, un teatro o un museo). En el templo, sobre todo, debemos  adorar, reverenciar y bendecir a Dios, y respetarle hasta con nuestra indumentaria, que debe ser  apropiada para el lugar. En la catedral de Barcelona han puesto vigilantes para que todos cumplan unas normas concretas, y un cartel que las indica: «No permitimos ni gorros, ni comida, ni bebidas, ni móviles, ni tirantes, ni minifaldas o pantalones cortos».