Las matemáticas llevan a Dios
Autor: Josefa Romo Garlito
Un ateo despistado afirma: “Signos tanto físicos como espirituales de la existencia de Dios es evidente que están fuera de nuestro alcance racional”, para, a continuación, arremeter contra una fe según él “doctrinal’ que acumulan muchas almas”. ¿Por qué a algunos les pone tan nerviosos que muchos tengamos fe y el consuelo que nos aporta? Al menos, que nos respeten. Mi fe es personal y llena mi vida de sentido. Gracias a ella, veo en el otro a un hermano, y la muerte la espero como un paso necesario a otra etapa más plena de mi vida. Sé que la fe es un regalo que se ofrece a todos; pero, como todo regalo, hay que estar abiertos para recibirlo. Tener fe no es simplemente creer; creer en Dios, también cree el diablo. La fe, para salvar, ha de ser vital, traducirse en obras. Dios no la niega ni siquiera al que, aun entre sombras, con humildad la busca. Curioso: Un matemático ha recibido el premio académico mejor dotado del mundo por un estudio que muestra cómo las matemáticas pueden ofrecer pruebas indirectas de la existencia de Dios. El premiado por la Fundación Templeton en Nueva York con 1.170.000 euros, es Michael Heller. Afirma que «varios procesos del Universo pueden ser expuestos como una sucesión de estados, de forma que el precedente siempre sirve de causa para explicar el que le sucede y siempre una ley que dicta cómo un estado debe suceder a otro». El premio se lo entregará el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, no caracterizado precisamente por su fe, el próximo 7 de mayo en Londres.