Los españoles quieren el crucifijo, signo de fe y cultura
Autor: Josefa Romo Garlito 

 

 

La ceremonia de toma de posesión del nuevo Arzobispo de Oviedo, Monseñor Jesús Sáez-( 30-1-2010)-, terminó con el Himno de la Cruz: “Victoria, Tú reinarás, ¡Oh Cruz, tú nos salvarás(…)”.¿Habrá algún intelectual que se atreva a negar la importancia de la Cruz en nuestra civilización ? Según encuestas recientes, es aplastante la mayoría de españoles que quieren en crucifijo en lugares públicos (en El País: 84% frente al 14 %) . Esperemos que Zapatero cumpla su palabra: “No está en los planes del Gobierno retirar los crucifijos de los colegios". El Crucifijo es consuelo de los que sufren y una invitación silenciosa y elocuente a la justicia y a la caridad. Como dice un escritor, hay por medio“dos milenios de historia donde, objetivamente, el cristianismo, sus símbolos y sus tradiciones, impregnaron de olor, color y sentido la vida de tantas personas que hoy siguen profesando su creencia en el crucificado de la cruz. La cruz es historia, la historia de la universidad nacida al cobijo del papado y de la Iglesia fundada por el crucificado de la cruz (…). Sin el crucificado no hubieran sido posibles definiciones como la de igualdad entre todos los hombres, persona, derechos humanos y derecho internacional, o la configuración misma de la Unión Europea, debida a tres católicos convencidos: Schuman, De Gasperi y Adenauer”