Monseñor Munillas y la Confesión
Autor: Josefa Romo Garlito 


Monseñor Munilla, ahora Obispo de San Sebastián, se ha hecho famoso. Llama la atención su faceta internauta y radiofónica, y la claridad y sencillez con que se expresa. Todos los días aparece en Radio María a las 8, y en Internet presenta un nuevo artículo cada semana (www.ewnticonfio.org). En una entrevista reciente, le piden unas ideas para revitalizar la confesión sacramental. Ni corto ni perezoso, contesta:

“Procurar que los sacerdotes nos confesemos más y mejor (quien no tiene la experiencia gozosa de ser reconciliado, difícilmente asumirá la tarea de ser reconciliador), predicar con alguna frecuencia la doctrina de este sacramento, cuidar la confesión de los niños, establecer y publicitar unos horarios de confesión, invitar a sacerdotes de otras parroquias para confesar en la nuestra, ofrecer el sacramento en la misma escuela católica, realizar invitaciones personales a quien pueda estar maduro para confesarse, dignificar el lugar de la sede penitencial…” En una de sus cartas había escrito: “¿qué sentido tiene una celebración comunitaria de la Penitencia, en la que los fieles se limitan a confesar de forma genérica “soy pecador”, o “perdón, Señor”, sin necesidad de concretar sus propios pecados?”. Y a los que se confiesan con frecuencia y experimentan desaliento por caer una y otra vez en las mismas faltas, les dice: “la única manera de permanecer fieles a la llamada a la conversión, es continuar fieles en el camino penitencial, “sin perder la paz, pero sin hacer las paces” (…), sin rebajar el ideal de la santidad al que estamos llamados. Decía un autor espiritual que el cristianismo no es tanto de los perfectos, como de aquellos que no se cansan nunca de estar empezando siempre”.