Misa en reparación por las víctimas del aborto en Palencia
Autor: Josefa Romo Garlito 


El Obispo de Burgos dijo: El Día de los Santos Inocentes es también un día para recordar “a los innumerables niños que son abortados”. Me enteré de que organizaban en Palencia una Misa solemne el 28 presidida por el Obispo para orar y reparar por las víctimas del aborto (los niños y sus madres), y viajé para participar. Escogieron para el acto la iglesia de la Patrona, y se llenó. Ha sido un gesto generoso, solidario, muy oportuno y conveniente. No dudo de que esa iniciativa se expandirá. Me llamó particularmente la atención la ofrenda de tarjetas con nombres que algunos fieles quisieron imponer a los más de cien niños abortados en esa ciudad durante el último año; así es más fácil tenerlos presentes y rezar por ellos para practicar el bautismo de deseo.

Basta con ser humanos para encontrar razones en defensa de la vida; pero, como dijo Monseñor Munilla en su Homilía, temen la vida los que no tienen esperanza, y los cristianos no la tememos porque somos gente de esperanza.

Ahora se pretende que todos los escolares reciban una enseñanza sobre “salud sexual y reproductiva”, como extrañamente llaman al aborto para camuflar su maldad. Como pedagoga, me parece una falta tremenda de respeto al niño y a sus padres, que tienen derecho inalienable a educar a sus hijos según sus convicciones. Enseña el Pastor de los fieles palentinos, que escandalizar a un niño y robarle su inocencia es peor que el aborto mismo, con ser éste tan grave. A mí, la pretensión del ministerio de sanidad, me lleva a recordar las palabras del Evangelio: “Quien escandalizare a uno de estos pequeñuelos que creen, mejor le sería que le encajaran en el cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar”(Mc, 9,42) .