El hombre en su inicio, un ser despreciado

Autor: Josefa Romo Garlito 

Con razón la Coordinadora Vallisoletana por la Vida se manifestó el 29 de mayo por el desprecio a la vida humana que suponen las leyes de aborto. Resulta que ahora podemos considerar al ser humano hasta las 13 semanas de gestación, como ser viviente no humano- palabra de ministra para justificar el acto más perverso, el aborto-. ¿Le podríamos llamar un ser “viviano”? Comprendo que la Srta. Bibiana no estudiara Biología; pero, ¿y el sentido común, que nos dice que somos humanos desde que nos concibió nuestra madre? No, no fuimos seres vivientes no identificados. Supongo que la ministra de igualdad tendría un lapsus en ese sentido que es común a los humanos aunque no aparezca en el inicio de la vida, como tampoco aparecen, entonces, los dientes ( la muela del juicio, algunos pasan la juventud sin ella). ¿Qué sucede si matamos a un lince en gestación, o si rompemos el huevo de una cigüeña? Nos costará los euros, y la cárcel si descuartizamos un gato. Pero si descuartizan a un nonato, vejación que le propinan al niño que abortan de 12 semanas y más, honran el hecho llamándole progresista. “¿Qué has hecho?” (Gén 4-10) -dijo el Señor a Caín cuando mató a su hermano-. Cambian las leyes humanas; pero no la ley de Dios: ¡No matarás!