Rosario de la Aurora 

Autor: Josefa Romo Garlito  

 

 

Los medios nos ponen al día de las manifestaciones políticas en las ciudades, aunque sean de reducido número; pero son pocos los que recogen los encuentros multitudinarios de fe religiosa. El domingo se llenó la Calle Santiago, convocados todos por la Legión de María, para honrar a la Virgen al finalizar el mes del Rosario ( rosario viene de rosas, las rosas de amor que significan las avemarías). La verdad, la víspera por la noche no pensé asistir ( acababa de regresar de un viaje y me acosté muy tarde); pero por mi imaginación pasó esa multitud que se congregaría en Colón antes del amanecer para ir juntos a la catedral vallisoletana entonando las Avemarías y otros cánticos a la Virgen. ¿ Cómo quedarme en la cama? No, -me dije-, y acudí a honrar con tantos vallisoletanos a la Reina del Cielo. Una cosa me llamó la atención: la cantidad de matrimonios que se veían.¿ Será porque hoy no se trabaja?- me pregunté-. Lo cierto es que muchísimas personas de Valladolid conservan la fe y la atracción por las devociones tradicionales, que llegan al corazón y lo llenan de esperanza. ¡Cuántas madres no irían para pedir por asuntos de salud, o por los estudios de sus hijos, ahora que comienza el curso
académico! Y luego, en mayo, volverán esperando el laurel en la cosecha de junio (son incontables los motivos). Desde luego, la confianza que nos infunde la fe religiosa no es reemplazable, y sabemos que la oración acompañada es la más eficaz.